Creo en ti...

Una de las ventajas (¿o desventajas?) de ser un comelibros como yo es que estas expuesto a leer cualquier tipo de cosas, sean buenas o malas.

Y en esas lecturas y relecturas encontre esta frase de Sir Ben Sweetland:

"Encender una antorcha para iluminar el camino de otros ilumina el nuestro."

Si, es una frase sencilla, simple si se quiere. Pero esta en particular, me hizo reflexionar en eso que llaman "amistad". Quienes me conocen saben que no soy muy amiguero, si a ver vamos, solamente tengo 268 amigos en el facebook, de los cuales 50 son familiares, 100 son hermanos de la iglesia y el resto son panas del blog o del gym o de la universidad. Pero de esos "amigos", son verdaderamente pocos (por no decir que es solamente uno).

Y para serles terriblemente honesto, no creo mucho en eso que llaman, amistad, a mi parecer está mal valorada, ya me explico. Un amigo es una persona con la cual uno comparte un vínculo afectivo. Algunas relaciones nacen en breve tiempo, otras tardan en construirse. En otros casos, la amistad es superficial, en otros casos muy profunda. Y por último, hay amistades que duran un tiempo muy definido, y otras duran para toda la vida.

Lamentablemente, uno etiqueta de "amigo" a todo el que se le aproxima, cuando en realidad son colegas, compañeros de clases, hermanos, socios, etc. Pero no todos nuestros contactos son amigos en verdad. Y, por otra parte, he tenido malas experiencias con esos supuestos "amigos", que me he vuelto algo desconfiado con ese tipo de relaciones, tanto que debo decir que no creo mucho en eso que llaman amistad.

Pero por el otro lado, aunque no crea en la amistad mucho, debo confesar que creo en tí, creo en tí porque siempre has estado ahí, algunas veces a mi lado, otras delante de mi, otras veces cuidando mi espalda; pero siempre ahí, sosteniendo una lámpara que ilumina mis pasos para no creer. ¿Y vos sabes por qué creo en tí? Porque aún conociendo mis defectos, mis faltas, mis fallas y mis debilidades, siempre, siempre has estado ahí. Y si hay alguien en quien puedo confiar mi vida ciegamente y a quien puedo llamar sin ningun temor "amigo" es a tí.

Vos, sabes más que nadie que no soy perfecto ni santo, imagínate, no fui capaz de salvarme yo mismo, cómo crees vos que voy ser perfecto y mucho menos permanecer firme. Creo que lo único en lo que no tengo dudas es en que Dios me ama. Solo en eso.

Muchas veces te lo he dicho, y esta noche te lo quiero recordar, sos mi mejor amigo, te admiro y siempre, siempre has sido y eres un ejemplo para mi, por tu valentía, tú coraje, tu valor, y tu entrega absoluta a Dios.

Te amo bro, Dios te bendiga.