
Aunque esta dirigido al público norteamericano, hay cosas que podemos extraer para nuestras vidas. Una de esas cosas, es una cita de la Sra. Anne Lamott, quien dijo que el sermón más poderoso cabría en dos palabras "Yo también":
Yo también.
Cuando luchas.
Cuando estés lastimado,
herido, rengo, dubitativo,
cuando tienes cuestionamientos, y apenas resistes
justo antes de otra recaída,
y alguien se identifica contigo
(alguien que conoce las tentaciones que llaman a tu puerta,
alguien que ha sentido el sufrimiento que tú sientes ahora,
alguien que puede mirarte a los ojos y decirte: "Yo también"
con toda sinceridad),
eso puede salvarte.
Cuando no te sientes juzgado,
ni sermoneado,
ni menospreciado,
sino que alguien te demuestra que te entiende,
que sabe de qué se trata,
que no estás solo,
eso es un "Yo también".
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