sábado, 8 de enero de 2011

Un adiós

Hoy, otra vez, tuvimos que ir al cementerio a despedir a un ser amado: a mi tia Ana Luisa.

Palabras para describir a esta maravillosa mujer quedan cortas. jovial, feliz, luchadora, transparente, pacifica, pacificadora, madre, abuela, tia... Tantos buenos atributos en una sola persona. Aun me pregunto, como es posible que alguien tan bueno tenga que enfrentar tantas y tan dificiles pruebas (?). Al pensar en ella, me viene a la mente la historia de Job, tantas dificultades, tanto dolor, tantas pruebas; pero al final, Dios le recompenso.

En el caso de tia, pienso que su recompensa la esta disfrutando ahora: reposar en el regazo de Dios. Ella esta feliz ahora. Lo duro nos toca vivirlo a nosotros que aun transitamos este valle de lagrimas, creo que por eso Dios nos dejo esta promesa en la Biblia:


"Hermanos, no queremos que estéis en la ignorancia respecto de los muertos, para que no os entristezcáis como los demás, que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y que resucitó, de la misma manera Dios llevará consigo a quienes murieron en Jesús. Os decimos eso como Palabra des Señor: Nosotros, los que vivamos, los que quedemos hasta la Venida del Señor no nos adelantaremos a los que murieron. El Señor mismo, a la orden dada por la voz de un arcángel y por la trompeta de Dios, bajará del cielo, y los que murieron en Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que vivamos, los que quedemos, seremos arrebatados en nubes, junto con ellos, al encuentro del Señor en los aires. Y así estaremos siempre con el Señor. Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras." (1 (Tesalonicenses 4, 13-18)

Te veremos pronto tia.

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